Tengo la imagen. Una peonía blanca, cremosa, suspendida en la oscuridad, brillante. Una hermosa flor,opulenta, de suave perfume, que gira en la nada, cada vez más deprisa, hasta que sus pétalos rotundos se desdibujan. Y de ese movimiento surgen pequeñas gotas lechosas que bañan la flor para después esparcirse en todas las direcciones. Esa es la imagen que yo tengo para meditar, que se me regaló un día, en una clase de yoga.
Nunca había pensado mucho en las peonías, una flor oriental de dulce olor. Curiosamente, una de las especies más frecuentes es la lactiflora, flor de leche. Eso lo he descubierto hoy. También la llaman rosa sin espinas o rosa de monte. Es la flor tradicional de China (aunque también es muy apreciada en Japón, con un significado tan poderoso como el loto, la flor de cerezo o el crisantemo) y del estado de Montana, y la del 12º aniversario de boda; es la flor de la riqueza y el honor y transmiten buena fortuna y prosperidad, una peonía blanca además, es la belleza sencilla, la humildad y la inocencia. En Japón puede ir asociada con el león japonés, formando juntos el "karajishi", siendo una forma de representar el símbolo del yin y el yang, la fuerza del león equilibrada con la belleza y la delicadeza de la flor.
Bueno, puedo decir que esta es mi imagen de meditación, mi propio símbolo, que me acompaña desde hace años.

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