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Pensando en algo que le pasa a mi hija (ciertos comportamientos suyos en relación con determinados ruidos), se me ocurrió un cuento que escribí en un cuaderno de tapas verdes que utilizo para recordar cosas importantes y felices.

Era un borrador, algo muy parecido al cuento que aparece en "Una mujer difícil" de Irving. No es el que aparece aquí.

Así que decidí abrir este blog como borrador, aunque sólo sea para este único cuento... quién sabe.

Es un cuento que tiene que ir ilustrado: es un cuento pensado a la antigua usanza, con tapas hermosas, hojas que se abren, dibujos que forman parte del mismo cuento (no un mero complemento), pocas palabras en cada página...

Y luego, por qué no?, si se me ocurre algo, si tengo algún impulso más... cualquier cosa, no sólo cuentos.

Este es mi castillo, el castillo de Hékate, un nombre que me acompaña desde que era una niña.

martes, 3 de mayo de 2011

Un cuento para Zoe

Este cuento está escrito pensando en mi hija Zoe. Ella se asusta de algunos ruidos. Sé que se va a parecer mucho al de "Una mujer difícil", es inevitable, porque habla de niños pequeñas, de ruidos que asustan y de que a veces no hay una solución clara a todo esto. De todas formas, en los comentarios voy a poner el cuento de Irving, que se titula " El ruido que hace alguien cuando no quiere hacer ruido" y que ha sido publicado de forma independiente por la editorial Tusquets en 2004.
Este no es un cuento de hadas y creo que tiene que ser, sobre todo, un cuento visual, porque este ruido es muy visual. Al menos yo lo veo así.
Un ruido que te obliga a taparte las orejas es un ruido que se mete dentro de tu cabeza y te obliga a mirarle.
Es un ruido insidioso, es un ruido del que tener miedo... no me extraña que Zoe tenga miedo de este ruido.

1 comentario:

  1. Un ruido cómo el de alguien que no quiere hacer ruido
    "Tom se despertó, pero Tim no. Era noche cerrada. "¿Has oído eso?", le preguntó Tom a su hermano, pero Tim sólo tenía dos años e, incluso cuando estaba despierto, no hablaba mucho
    "Tom despertó a su padre y le preguntó: "¿Has oído ese ruido?"
    "¿Qué clase de ruido?", preguntó su padre
    "Era como el de un monstruo sin brazos ni piernas, pero que intenta moverse", dijo Tom
    "¿Cómo puede moverse sin brazos ni piernas?"
    "Pues se arrastra", dijo Tom. "Se desliza sobre su plaje
    "¡Ah!, pero ¿tiene pelaje?", preguntó el padre. "
    "Avanza apoyándose en los dientes."
    "¡También tiene dientes!", exclamó el padre"
    "Ya te lo he dicho... ¡Es un monstruo!", insistió Tom. "
    "Pero ¿cómo era exactamente el ruido que te ha despertado?", le preguntó su padre""Era un ruido como si..., como si uno de los vestidos que tiene mamá en el armario estuviera vivo de repente y tratara de bajar del colgador", dijo Tom."
    "Volvamos a tu habitación y escuchemos el ruido", dijo el padre de Tom
    "Y allí estaba Tim, que seguía dormido y aún no había oído ningún ruido. Era un ruido como si alguien quitara los clavos de las tablas, en el suelo, debajo de la cama. Era un ruido como el de un perro que intentara abrir una puerta: tenía la boca húmeda, y por lo tanto no podía agarrar bien el pomo, pero no dejaba de intentarlo, y Tom pensó que al final el perro entraría. Era un ruido como el de un fantasma en el desván, que dejara caer al suelo los cacahuetes que había robado en la cocina.""¡Ahí está otra vez el ruido!", susurró Tom a su padre. "¿Lo has oído?"
    "Esta vez Tim también se despertó. Era un ruido como el de algo atrapado dentro de la cabecera de la cama. Se estaba comiendo el material para salir de allí, roía la madera."
    -"A Tom le parecía que el sonido era claramente el de un monstruo sin brazos ni piernas que arrastraba su
    espeso y húmedo pelaje
    "¡Es un monstruo!", exclamó
    "Es un ratón que se arrastra entre las paredes", dijo su padre
    "Tim lanzó un grito. No sabía qué era un ratón, y le asustaba la idea de un ser con pelaje espeso y húmedo, sin brazos ni piernas, arrastrándose entre las paredes. Además, ¿cómo algo así podía meterse entre las paredes?
    "Pero Tom le preguntó a su padre si de veras sólo era un ratón.
    "El padre golpeó la pared con la mano y oyeron cómo el ratón se escabullía
    "Si vuelve", les dijo a Tom y a Tim, "sólo tenéis que golpear la pared"
    ""¡Un ratón que se arrastra Tom. "¡No era más que eso!"
    "Se durmió enseguida, y su padre regresó a la cama y también se durmió, pero Tim se pasó toda la noche en vela, porque no sabía lo que era un ratón y quería estar despierto cuando la criatura que se arrastraba entre las paredes volviera a arrastrarse. Cada vez que creía oír al ratón moviéndose entre las paredes, Tim golpeaba la pared con la mano y el ratón se escabullía, arrastrando su espeso y húmedo pelaje, sin patas delanteras ni traseras y este es el final del cuento".

    John Irving, en Una mujer dificil

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