Érase una vez una noche llena de blancura, pero dentro de casa se estaba calentito. Un manto mullido cubría los tejados, pero no las carreteras. Se notaba ese silencio que es el regalo de la nieve: un silencio que es más que ausencia de ruido, porque es como si se pegara a la piel y te diera un masaje y te dejara blandita y tranquila.
Era una noche preciosa, despejada, llena de estrellas, fría, hermosa. Una noche de invierno, tu noche.
En la habitación ya estaba preparada tu cuna: con toda la ropa hecha por mamá, las sábanas, la colcha, el protector... todo bordado, todo con tu nombre, esperando por ti.
Mamá dormía en la cama, tranquila, abrazada por papá. Si toda la casa hubiera sido un olor, habría sido olor a caramelo y miel. Si toda la habitación en la que dormíamos hubiera sido un color, verdes marinos y dorados. Era ese momento en el que todo está detenido, como conteniendo la respiración, el momento exacto antes de que pase algo importante. Y entonces todo cambió y mamá abrió los ojos y pensó: "ya está en camino, ya viene" y tocó a papá y le dijo: "nos vamos, ya viene". Pero no hubo revuelo ni nervios... ya sabíamos que este día llegaría y estábamos preparados. Emocionados y tranquilos nos aseamos y vestimos, cogimos la bolsa con todo lo que íbamos a necesitar y nos fuimos al hospital. Y cuando ya nos confirmaron que estabas llegando (cómo si no lo supiéramos ya!!!), llamamos a tus abuelos para que vinieran y estuvieran presentes.
Todo esto te lo hemos contado miles de veces y tú siempre pides que te lo repitamos: cómo mamá empujó, como al final naciste, todo húmedo y calentito, supongo que sorprendido... cómo te pusieron en los brazos de papá y él te acercó a mí. Mis primeras palabras maravilladas a tu papá: "es igualito a ti". Y cómo se me saltaron las lágrimas cuando papá te puso en mis brazos y sentí tu piel contra la mía.
Afuera ya hacía un sol maravilloso sobre los restos de la nieve, en ese día de invierno que es todo tuyo.
Pronto estuvimos juntos, nuestros olores mezclados, el tuyo tan maravilloso, desconocido y a la vez familiar. Tu boca acercándose voraz a mi pecho, otra vez unidos, aunque ya nunca más como antes. Ya dispuesto a vivir tu vida, todo potencialidad y futuro. Mi pequeño leoncito, con tus enormes ojos comiéndote el mundo.
Entrada
Pensando en algo que le pasa a mi hija (ciertos comportamientos suyos en relación con determinados ruidos), se me ocurrió un cuento que escribí en un cuaderno de tapas verdes que utilizo para recordar cosas importantes y felices.
Era un borrador, algo muy parecido al cuento que aparece en "Una mujer difícil" de Irving. No es el que aparece aquí.
Así que decidí abrir este blog como borrador, aunque sólo sea para este único cuento... quién sabe.
Es un cuento que tiene que ir ilustrado: es un cuento pensado a la antigua usanza, con tapas hermosas, hojas que se abren, dibujos que forman parte del mismo cuento (no un mero complemento), pocas palabras en cada página...
Y luego, por qué no?, si se me ocurre algo, si tengo algún impulso más... cualquier cosa, no sólo cuentos.
Este es mi castillo, el castillo de Hékate, un nombre que me acompaña desde que era una niña.

Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
Era un borrador, algo muy parecido al cuento que aparece en "Una mujer difícil" de Irving. No es el que aparece aquí.
Así que decidí abrir este blog como borrador, aunque sólo sea para este único cuento... quién sabe.
Es un cuento que tiene que ir ilustrado: es un cuento pensado a la antigua usanza, con tapas hermosas, hojas que se abren, dibujos que forman parte del mismo cuento (no un mero complemento), pocas palabras en cada página...
Y luego, por qué no?, si se me ocurre algo, si tengo algún impulso más... cualquier cosa, no sólo cuentos.
Este es mi castillo, el castillo de Hékate, un nombre que me acompaña desde que era una niña.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario